Merchandising
¿QUÉ ES MERCHANDISING?
El
Merchandising es una técnica de marketing que se dedica a estudiar la manera de
incrementar la rentabilidad en los puntos de venta. Son actividades que
estimulan la compra por parte de los consumidores en determinadas zonas de una
tienda o sucursal.
Se
realiza mediante estudios e implementación de técnicas comerciales que permiten
presentar al producto o servicio de la mejor manera a los consumidores. Es una
técnica que incluye las actividades desarrolladas en el punto de venta para
modificar la conducta de compra de los consumidores. Entre sus principales
objetivos está llamar la atención de los
consumidores para incentivar de esa la manera la compra de los productos que
más rentabilidad tienen para la empresa. Buscan seguir influyendo de forma
constante en los potenciales clientes para mantener e incrementar las ventas, incluso
incrementando las ventas por impulso o no pensadas antes del momento de la
compra.
ELEMENTOS:
Los tipos de compra
Uno
de los factores claves del Merchandising es tener en cuenta los diferentes
tipos de compra que realizan los clientes en función de cómo y en qué momento
toman la decisión de realizar la compra de un producto. Así, podemos
diferenciar entre:
Compras
racionales (o previstas)
Realizadas: son las efectuadas según la previsión inicial, tanto por
producto como por marca.
Necesarias: son las realizadas por producto, pero sin prever la marca
del mismo. Este tipo de compras se adaptan al perfil del consumidor que busca
las ofertas.
Modificadas: Son las compras por producto pero que pueden verse
modificadas en función de la marca del mismo.
Compras
irracionales (o impulsivas).
Planificada: el consumidor tiene la intención de compra, pero espera
el momento adecuado para efectuarla (rebajas, promociones, etc.).
Recordadas: el cliente no ha previsto su compra, pero, al ver el
producto, recuerda que lo necesita.
Sugeridas: son las producidas cuando un cliente, visualizando un
producto en una estantería, decide probarlo.
Puras:
es la compra que rompe los hábitos, es decir, la totalmente imprevista. En este
tipo de compras, es el establecimiento el que crea la necesidad en el
consumidor en el punto de venta.
LOS TIPOS DE PRODUCTOS Y CÓMO SITUARLOS
La
manera en la que se colocan y cómo es que se colocan los productos influyen,
gracias al grafismo.
Productos atracción. Son los más vendidos y deben colocarse distantes para que
el cliente recorra la mayor superficie del establecimiento posible.
Productos de compra racional o irracional. Los de compra impulsiva es mejor situarlos en cajas,
mientras que los de compra más reflexiva (aquellos que necesitan de tiempo de
reflexión para ser adquiridos) necesitan una zona sin agobios y amplia.
Productos complementarios Son los productos que “complementan a otros productos”.
Como ejemplo, el café puede ser un producto complementario de la leche. Hay que
situar éste tipo productos y secciones de manera que se complementen.
Un
aspecto básico del Merchandising es la gestión del lineal, que consiste en el
mobiliario como lo son los estantes, andamios, etc.
Por
otra parte también es necesario llevar a
cabo una buena gestión del surtido mediante la selección y análisis de los
productos a exponer en el punto de venta, tomando en cuenta ciertas características de los productos como:
La manipulación de los productos. Los productos especiales tales como los pesados o
voluminosos, requieren una colocación que favorezca la comodidad tanto para el
establecimiento como para el consumidor.
La conservación de los productos. Ciertas secciones de productos, como los frescos, los
congelados o los refrigerados, necesitan de una serie de condiciones
atmosféricas, de temperatura, de ventilación o de higienización especiales que
permitan tanto su conservación óptima como el cumplimiento de la normativa
sanitaria. Además, es necesario colocarlos en un lugar que facilite la
reposición diaria.
EL “VISUAL MERCHANDISING”
El
visual Merchandising es la parte del merchandising que se refiere
exclusivamente a la colocación de los productos dentro del establecimiento para
lograr generar una serie de estímulos entre los clientes, en pocas palabras es
el arreglo de los escaparates, la iluminación y como están colocados los
productos en los estantes (Nivel
Superior “nivel de los ojos o nivel de percepción”, Nivel Intermedio “nivel de
las manos”, Nivel Inferior “nivel del suelo” y Nivel de la cabeza)
LA CIRCULACIÓN EN EL ESTABLECIMIENTO
No
solo debemos de considerar la gestión mobiliario, sino también cómo es que será
distribuida la tienda tomando en cuenta:
Cajas y puerta de entrada.
Disposición del mobiliario y Colocación de
los productos.
Informaciones que guían al consumidor.
Por
otro lado, deberemos calcular la velocidad de la circulación y el tiempo de
permanencia en el establecimiento. La velocidad de la circulación debe
facilitar la localización rápida de secciones y productos, pero también debe
potenciar los puntos fríos de venta. La velocidad depende de:
Los pasillos. Deben facilitar la circulación fluida y que se pueda
acceder a todas las secciones, estos permiten que los consumidores aceleren la
identificación de los productos gracias a las secciones.
Los cuellos de botella. Normalmente se producen cuando camino por el que circulan
los clientes se hace más estrecho en su final y desemboca bien en pasillos sin
salida o en zonas de circulación muy densa. Normalmente se forman cuellos de
botella en las secciones de venta tradicional (carnicería, pescadería,
panadería) y en las cajas de salida. Se deberán evitar en la medida de lo
posible, ya que son un reflejo de mala gestión y, especialmente, en los días y
horas de máxima afluencia de público.
Deberemos
prestar también atención a las informaciones que damos al cliente a lo largo
del establecimiento, ya que, si son correctas, favorecen la velocidad de circulación.
Es muy importante cuidar cuanto tiempo pasan
los consumidores por la tienda ya que normalmente, cuanto más tiempo pasa un
cliente en el establecimiento, más son las compras realizadas, pero debemos
evitar que el tiempo sea excesivo, ya que se generarán cuellos de botella,
largas colas y esperas y una sensación de insatisfacción.
PUNTOS DE VENTA “FRÍOS” Y “CALIENTES”
También
se toman en cuenta los puntos fríos y calientes para acelerar las compras.
La
zona caliente responde aquella área de un punto de venta que es de circulación
natural, son la que se encuentra más cerca de la puerta de entrada, las cajas,
los pasillos principales entre algunos más.
Por otra
parte, los puntos fríos son aquellos espacios del establecimiento cuyo volumen
de ventas está por debajo de la media del establecimiento. En estos se incluyen
los pasillos sin salida, las zonas con mala iluminación o desordenadas o
aquellas que están lejos de la entrada.
UN
FACTOR MUY IMPORTANTE ES QUE DICHOS PUNTOS SUELEN SER VARIABLES EN LOS
DISTINTO PUNTOS DE VENTAS. ESO DEPENDE DE COMO ES QUE ORGANICEN LOS PRODUCTOS
DE NECESIDADES BÁSICAS.
EL MERCHANDISING EXTERIOR
Conlleva
tomar decisiones sobre el aspecto externo del local (fachada, escaparate,
rótulos exteriores, puerta). Así, el merchandising exterior gestiona el entorno
del local o establecimiento con el
objetivo de que éste resulte atractivo y de fácil acceso.
Por
ello, es necesario prestar especial atención a:
La accesibilidad y la entrada: Además de atender a la accesibilidad física necesitamos
generar en los clientes la sensación de que el paso al establecimiento es
fácil, la accesibilidad psicológica.
Fachada:
podemos utilizarla para diferenciarnos del resto de los establecimientos.
Publicidad
exterior: que guíe el tráfico de consumidores hacia la entrada, facilitando el
acceso y “empujando” con sus mensajes hacia el interior del local o tienda.
Escaparates: es un medio bien conocido para diferenciarnos, mostrar la
personalidad de la tienda y atraer clientes. Si quieres ampliar información,
puedes consultar éstos artículos sobre escaparatismo y que hablan sobre cómo
definir el concepto de tu escaparate y las diferentes técnicas que deberás
utilizar para lograr un escaparate atractivo.
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